Por Néstor Ramírez Vega
El siglo XX podría considerarse el auge de grandes escritores mexicanos, quienes sembraron las semillas para la creación de obras que marcaron a sus colegas de todo el mundo. La región más transparente de Carlos Fuentes, El laberinto de la soledad de Octavio Paz, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro, cada título ofreció diferentes perspectivas literarias; sin embargo, Juan Rulfo rompió todo lo que se estaba haciendo y creó una historia que marcó a hispanoamericana, Pedro Páramo.
Pedro Páramo fue publicado hace 60 años (aunque al inicio el autor pensó titularla Los murmullos), por lo que pretenden lanzar una edición conmemorativa de la gran novela corta de Rulfo. A pesar de tener poco más de un centenar de páginas, en cada una de ellas logró crear un mundo llamado Comala, donde todo puede suceder.
Gabriel García Márquez dijo sobre esta novela; «En el Pedro Páramo donde es imposible establecer de un modo definitivo dónde está la línea de demarcación entre los muertos y los vivos, las precisiones son todavía más quiméricas, nadie puede saber en realidad cuánto duran los años de la muerte».
En Comala todo el mundo está muerto. Es el poblado de las sombras al que llega Juan Preciado, hijo del cacique Pedro Páramo, que estaba perdidamente enamorado de Susana San Juan, cuya muerte lo destruye al igual que al pueblo. En la novela sólo hay almas en pena que anhelan descansar algún día en paz, por eso no hay rostros, ni descripciones exactas.
Como lo señala Rosario Castellanos en su libro Juicios Sumarios I, recordando una publicación del Deutsche Zeitung (Periódico alemán), «De pronto estamos ante un símbolo conmovedor: el mundo como purgatorio. Culpa y pecado; la fe, el amor y la redención aquí han dejado de ser conceptos teológicos, son realidad, miseria y nostalgia de la vida».
La ruptura del tiempo y el espacio, los cambios de voz, un lenguaje cinematográfico implícito, son elementos que caracterizan y enriquecen esta obra donde son abordados los tiempos pos revolucionarios, así como el movimiento cristero, eventos que vivió el autor cuando era un joven y que lo obligaron a dejar Sayula para poder sobrevivir.
La muerte es el símbolo que más prevalece en toda la obra de Rulfo, quizá porque sus padres fallecieron cuando era un niño. Atrevidamente, se podría pensar que Juan Preciado es un tipo de Juan Rulfo, rodeado de muertes, hundido en su depresión y sus memorias agonizantes que lo llevan a su perdición.
Sin embargo, esas características también son apreciables en el duro corazón de Pedro Páramo, quien a pesar de mandar en el pueblo, tener toda la riqueza y mandar en la vida privada de los demás, es susceptible al rechazo y la partida de Susana San Juan. Así, todos los habitantes subyugados al régimen de Páramo están condenados a perecer con él.
Pedro Páramo es la historia del caudillismo en México, donde sólo unos cuantos tienen el poder y todos los demás deben cumplir con los mandamientos del gobierno, si es que quieren sobrevivir. Sin embargo, lo que logra el escritor es llevar esta historia local (o mejor dicho nacional) a un ambiente universal, donde pueda ser accesible para todos.
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