La fantasía literaria de Chimal

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Tomada de: lashistorias.com.mx

Por Néstor Ramírez Vega

«Los astrónomos en lo alto del monte Atos», de Los viajes de sir John Manderville, está llena de ciencia, experimentación y realidad, pero también de algo que va más allá de lo tangible para el ser humano. Esta ilustración da la bienvenida al lector de Estos son los días (Era, 2004), libro del escritor mexicano Alberto Chimal.

Estos son los días es un libro conformado por más de una decena de cuentos y una novela corta, cada uno de ellos con un estilo único y seductor, mismo que agilizará la lectura y la imaginación de quien posea un ejemplar de esta publicación.

En este libro destacan tres textos: «Álbum», «Shanté» y «Se ha perdido una niña». En el primero, Chimal logra una escritura fotográfica. Cada oración resulta una toma, una fotografía, las cuales forman una serie que cuenta la historia de una asesina serial.

Las oraciones no son formadas por sujeto-verbo-predicado, es así como logra ilustrar con palabras cada expresión y acto de los involucrados. Sin embargo, logra causar un sentimiento de coraje e impotencia que crecerá con cada punto y seguido del relato.

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«Shanté» es una novela corta, pero a su vez larga, no de extensión física, sino de una profundidad narrativa mayúscula. El autor salta ente el tiempo, lo que permite profundizar en el presente y el porvenir cercano de Beatriz, la protagonista.

El «escoto» nunca se revela que es exactamente, aunque cumple varios papeles. El primero sería como una droga, una adicción para toda mujer que la emplea; pero también es una opción para salir de las penas, de poder vivir otra vida en otro cuerpo, pero siempre en la misma vida, el mismo momento histórico.

No puede existir Shanté sin Elena, pero pareciera que tampoco Elena sin Shanté. Se vuelven dos personas en una, aunque no se conozcan a profundidad. No es un Dr. Jekyll y un Mr. Hyde, porque serán dos personas diferentes, pero no dos personalidades diferentes.

En «Se ha perdido una niña» no existe un universo único, mucho menos un tiempo lineal, es la premisa con la cual el lector debiera leer este relato en el que una joven de 13 años, su tío y su mamá entran en un mundo incomprensible, donde en 1998 existe, incomprensiblemente, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

No, no es una historia en la que Gorbachov no dio la noticia de la descomposición de la URSS en 1991, sino una en la que es posible vivir tanto en 1998 como en la época de la Guerra Fría. Sin embargo no todos tienen esta capacidad, sólo Ilse (la niña de 13 años) es capaz de entrar a la embajada de la Unión Soviética, al mismo tiempo que su madre entra a la de Rusia.

Una historia en la que la fantasía supera la realidad, pero sobre todo que libera al alma humana y permite a los padres darse cuenta de ciertas acciones que debe permitir hacia sus hijos. En Éstos son los días la fantasía y la realidad juegan paralelamente, y así como unos cuentos pueden llegar a impactar por el coraje de los personajes, habrá otros que inviten a la reflexión de la vida misma.

Si estás interesado en conocer la obra de Alberto Chimal aquí dejo los links:

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